miércoles, 19 de noviembre de 2014

Diez razones para decir NO a los transgénicos

Por Silvia Ribeiro*
 Los promotores de los transgénicos (organismos genéticamente transformados = OGT), prometen que éstos serán más nutritivos, aumentarán las cosechas y disminuirán el uso de químicos, y por ello, son la solución para el hambre en el mundo. Deberíamos, nos dicen, aceptar los riesgos que conllevan, ya que todas las tecnologías tienen riesgos y siempre hay quienes no comprenden la ciencia y se resisten a los cambios.

La realidad de los transgénicos nos muestra que no cumplen con ninguna de estas promesas. Por el contrario, producen menos, usan más químicos, generan nuevos problemas ambientales y de salud, crean más desempleo y marginación, concentran la propiedad de la tierra, contaminan cultivos esenciales de las economías y las culturas, como el maíz, aumentan la dependencia económica y son un atentado a la soberanía.

1. La ingeniería genética se basa en más incertidumbres que conocimientos
Los transgénicos son organismos a los que se les ha insertado material genético, generalmente de otras especies, por métodos que jamás podrían ocurrir en la naturaleza.

Estudios recientes, aparecidos en publicaciones científicas (1) postulan que los dogmas centrales de la genética desde la década de 1950, podrían estar fundamentalmente equivocados. Lo grave es que sobre este dogma central ¿equivocado? se están produciendo a gran escala organismos transgénicos que van a parar a nuestros alimentos, medicinas y a la biodiversidad circundante.

 La tecnología de la ingeniería genética tiene tantas incertidumbres y efectos colaterales impredecibles, que no podría llamarse ingeniería ni tecnología. Es como construir un puente tirando bloques de una orilla a la otra, esperando que caigan en el lugar correcto. Durante el proceso aparecen todo tipo de efectos inesperados y los dueños de esta obra, aseguran que no hay evidencias de que tengan impactos negativos sobre la salud o el medio ambiente, y que los que los cuestionan no son científicos. La realidad es peor, porque los transgénicos no son inertes, sino organismos vivos que se reproducen en el ambiente, fuera de control de los que los han creado.

2. Conllevan riesgos para la salud
Si usted fuera a una tienda y viera un anuncio de galletas que dice “no hay pruebas de que sean malas para la salud”, ¿las compraría? Yo no. Y creo que nadie más. Por supuesto, la industria biotecnológica no está buscando estas pruebas. Científicos independientes, como el Dr. Terje Traavik de Noruega, han encontrado en 2004 resultados alarmantes: alergias en campesinos debido a que inhalaron polen de maíz transgénico (2).

Pero la verdadera Caja de Pandora, son los efectos impredecibles: ni los que construyen transgénicos saben qué efectos pueden tener en la salud humana y animal, al recombinarse, por ejemplo, con nuestras propias bacterias o ante la posibilidad de que nuestros órganos incorporen parte de estos transgénicos, como ya ha sucedido en pulmones, hígado y riñones de ratas y conejos. (3) 

3. Tienen impactos sobre el medioambiente y los cultivos
No hay casi estudios sobre los impactos en los cultivos y en el medioambiente. Sin embargo, es claro y tristemente demostrado con la contaminación transgénica del maíz en México, que una vez que los transgénicos sean liberados, contaminarán los demás cultivos, por polen, viento e insectos. Los cultivos insecticidas pueden afectar a otras especies que no son plaga de los cultivos,tal como se comprobó que el polen de maíz Bt afecta a las mariposas Monarca— y en países de gran biodiversidad, los riesgos se multiplican.

En varias de las plantas de maíz contaminadas que se han descubierto en México, se notaron deformaciones.

Según los promotores de los transgénicos, deberíamos aceptar todos estos riesgos, porque necesitamos más alimentos para la creciente población mundial. Pero la producción de alimentos no es la causa del hambre en el mundo. Actualmente se producen el equivalente a 3,500 calorías diarias por habitante del planeta: cerca de 2 kilos diarios de alimentos por persona, lo suficiente para hacernos a todos obesos. (4) El hambre en el mundo no es un problema tecnológico. Es un problema de injusticia social y desequilibrio en la distribución de los alimentos y la tierra para sembrarlos. Los transgénicos aumentan estos problemas.

5. Cuestan más, rinden menos, usan más químicos
Desde que Estados Unidos comenzó con los transgénicos en 1996, el uso de agroquímicos aumentó en 23 millones de kilos.

Los cultivos transgénicos también producen menos. El cultivo más extendido, que es la soya tolerante a herbicidas (61% del volumen de transgénicos en el mundo) produce entre de 5 a 10% menos que la soya no transgénica. (5)

Las semillas transgénicas son más caras que las convencionales. Esto hace que en algunos casos, aun cuando provisoriamente haya un pequeño aumento de producción, éste no compensa el gasto extra en semilla. La industria biotecnológica arguye que esto no puede ser verdad (¡aunque lo sea!), porque entonces los agricultores estadunidenses no usarían estas semillas. Lo cierto es que la mayoría no pueden elegir, ya no tienen sus propias semillas, hay falta de opciones en el mercado y tienen fuertes ataduras con las multinacionales semilleras.


6. Son un ataque a la soberanía
Prácticamente todos los cultivos transgénicos en el mundo están en manos de cinco empresas transnacionales. Son Monsanto, Syngenta (Novartis + AstraZeneca), Dupont, Bayer (Aventis) y Dow. Monsanto sola controla más de 90% de las ventas de agrotransgénicos. Las mismas empresas controlan la venta de semillas y son las mayores productoras de agrotóxicos. (6) Lo cual explica porqué más de las tres cuartas partes de los transgénicos que se producen en realidad —no en la propaganda— son tolerantes a herbicidas y aumentan el uso neto de agrotóxicos.

Aceptar la producción de transgénicos significa entregar a los agricultores, de manos atadas, a las pocas transnacionales que dominan el negocio y enajenar la soberanía alimentaria de los países.

7. Privatizan la vida
Todos los transgénicos están patentados, la mayoría en manos de las mismas empresas que los producen. Esto significa un atentado ético, en tanto son patentes sobre seres vivos, y además son una violación flagrante a los llamados “Derechos de los Agricultores” reconocidos en Naciones Unidas como el derecho de todos los agricultores a guardar su semilla para la próxima cosecha. Las patenten impiden esto y obligan a los agricultores a comprar semillas nuevas cada año. Si no lo hacen, se convierten en delicuentes. Las empresas multinacionales de transgénicos tienen iniciados cientos de juicios a campesinos de Norteamérica, por “uso indebido de patente”.

8. Lo que viene: semillas suicidas y cultivos tóxicos
La próxima generación de transgénicos incluye cultivos manipulados para producir sustancias no comestibles como plásticos, espermicidas, abortivos, vacunas. En Estados Unidos hay más de 300 experimentos secretos (pero legales) de producción transgénica de sustancias no comestibles en cultivos: fundamentalmente en maíz. Se nombra la producción de vacunas en plantas como si esto fuera algo positivo: ¿pero qué sucedería con estos farmacultivos si se colaran inadvertidamente en la cadena alimentaria? La mayoría de nosotros ha sido vacunado contra algunas enfermedades -¿pero se vacunaría usted todos los días? ¿qué efectos tendría esto?. Ya se han producido escapes accidentales de estos cultivos.

En México, la siembra de maíz transgénico está prohibida y sin embargo desde el 2001 se ha encontrado contaminación del maíz campesino en varios estados de la república, al Norte, Centro y Sur del país (7). ¿Cómo sabremos que no sucederá con estos maíces? ¿Quién lo va a controlar, si las propias autoridades de la Secretaría de Agricultura firmaron en noviembre del 2003 un acuerdo con Estados Unidos y Canadá que les autoriza hasta un cinco por ciento de contaminación transgénica en cada cargamento de maíz importado que entra a México?

Las empresas que producen transgénicos están desarrollando diversos tipos de la tecnología “Terminator”, para hacer semillas “suicidas” y obligar a comprarlas para cada siembra.

9. La coexistencia no es posible ni el control tampoco
Tarde o temprano, los cultivos transgénicos contaminarán todos los demás y llegarán al consumo, sea en los campos o en el proceso post-cosecha. Según un informe de febrero 2004 de la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos, un mínimo de 50 por ciento de las semillas de maíz y soya, de ese país que no eran transgénicas, están contaminadas. El New York Times (1-3-04) comentó sobre esto “Contaminar las variedades de cultivos tradicionales es contaminar el reservorio genético de las plantas de las que ha dependido la humanidad en gran parte de su historia. (…) El ejemplo más grave es la contaminación del maíz en México. La escala del experimento en el que se ha embarcado a este país —y los efectos potenciales sobre el medio ambiente, la cadena alimentaria y la pureza de las semillas tradicionales— demanda vigilancia en la misma escala”.

Para detectar si hay transgénicos, dependemos de que la propia empresa que los produce nos entregue la información, cosa que son renuentes a hacer, y por la que ponen altos costos que cargan a las víctimas de la contaminación. “Casualmente”, luego de que se han sucedido los escándalos de contaminación, se ha hecho cada vez más difícil detectarlos.8

10. Ataque al corazón de las culturas
La contaminación del maíz en México, su centro de origen, concentra todos los problemas que describimos hasta aquí, pero además es un ataque violento al corazón mismo de las culturas mexicanas: a su vasta cultura culinaria y los mil usos que se le dan al maíz, a sus economías campesinas, a las bases de la autonomía indígena. Con esta guerra biológica al maíz tradicional, las transnacionales podrían apropiarse y privatizar este tesoro milenario y colectivo de los mesoamericanos, obligando a los creadores del maíz a pagar para seguir usándolo en el futuro.
Las empresas multinacionales productoras y distribuidoras de transgénicos, así como los que favorecen las importaciones de maíz OGT, los que quieren levantar la moratoria que impide sembrar maíz OGT, o aprobar una ley de bioseguridad para legalizarlos, asumen una inmensa deuda histórica que los pueblos de México no van a permitir ni olvidar.

Aldo González zapoteco de Oaxaca, resume:
“…somos herederos de una gran riqueza que no se mide en dinero y de la que hoy quieren despojarnos: no es tiempo de pedir limosnas al agresor. Cada uno de los indígenas y campesinos sabemos de la contaminación por transgénicos de nuestros maíces y decimos con orgullo: siembro y sembraré las semillas que nuestros abuelos nos heredaron y cuidaré que mis hijos, sus hijos y los hijos de sus hijos las sigan cultivando. (…) No permitiré que maten el maíz, nuestro maíz morirá el día en que muera el sol”.

Notas:
(1) Wayt Gibbs,W, “The Unseen Genome” en Scientific American, noviembre 2003. Ver también grain, “Blinded by the Gene”, en Seedling, Setiembre 2003, www.grain.org
(2) Ribeiro, Silvia, “Transgénicos, salud y contaminación” en La Jornada, México, 20-03-2004
(3) New Health Dangers of Genetically Modified Food Discovered, Boletín de prensa del Institute for Responsible Technology, citando los estudios de Terje Traavik, del Norwegian Institute for Gene Ecology, Malasia, 24-02-2004
(4) Moore Lappé. F, Collins J y Rosset Peter, World Hunger: 12 Myths, Food First Books, Estados Unidos, Oct. 1998.
(5) Benbrook, Charles, Tiempos problemáticos en medio del éxito comercial de la soja Roundup Ready, Northwest Science and Environmental Policy Center, AgBioTech InfoNet, Technical Paper # 4, Estados Unidos, 2001. http://www.biodiversidadla.org/arti…
(6) Grupo etc, etc Communiqué # 82: Oligopolio sa, Nov/Dic 2003, http://www.etcgroup.org/article.asp…
(7) Contaminación del maíz en México: mucho más grave. Boletín de prensa colectivo de comunidades indígenas y campesinas de Oaxaca, Puebla, Chihuahua, Veracruz, ceccam, cenami, Grupo etc, casifop, unosjo, ajagi, Oct 2003
(8) Heinemann, Jack A. gm Corn in New Zealand: a case study in detecting purposeful and accidental contamination of food. Ponencia en el seminario científico para delegados al Protocolo Internacional de Cratagena sobre Bioseguridad de la Red del Tercer Mundo y el Institute de Gene Ecology, Malasia, 22-02-2004.
*Silvia Ribeiro es investigadora del Grupo etc, http://www.etcgroup.org
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Fuente: La Jornada, publicado originalmente el 17 de abril de 2004: http://www.jornada.unam.mx/2004/04/17/tras-razones.html

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Pueblos de la yuca brava. Historia y culinaria

Como resultado del trabajo realizado durante los últimos años, el antropólogo Alberto Chirif acaba de publicar el libro titulado Pueblos de la yuca brava. Historia y culinaria. La edición y publicación del libro ha contado con el auspicio de las siguientes instituciones: ORE y Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA por sus siglas en inglés), ambas de Dinamarca; Nouvelle Planète de Suiza y el Instituto del Bien Común del Perú. El libro es el resultado de una investigación hecha por el autor sobre la historia y culinaria de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana que cultivan y procesan la yuca “brava” o venenosa como producto central de su alimentación: Huitoto, Ocaina (ambos del tronco lingüístico Huitoto), Bora (único representante del tronco del mismo nombre) y Secoya o Airo Pai (Tucano Occidental). Los cuatro se ubican en la parte norte de la región de Loreto, provincia de Maynas.
La llamada “yuca brava” o “yuca amarga”, mortalmente venenosa en estado natural dado su alto contenido de ácido prúsico o cianhídrico, una vez procesada se convierte en apta para el consumo con ventajas comparativas frente a la yuca no venenosa por su mayor contenido de almidón y por elaborarse con ella alimentos, como el casabe, que constituyen productos almacenables. Es la inteligencia de esas sociedades la que ha hecho que opuestos tan marcados como veneno y alimento, muerte y vida, sean superados mediante la elaboración de un producto al servicio de la sociedad.
La bibliografía general suele diferenciar entre la yuca brava o amarga y la dulce, llamadas en la literatura en inglés “bitter” y “sweet”, respectivamente. De acuerdo a Chirif, el desarrollo de este trabajo le hizo dar cuenta de que algo dificultaba su comunicación con la gente de las comunidades que visitó para realizar el trabajo. Fue así que se dio cuenta de que por “yuca dulce” la gente entendía algo distinto a lo que él pensaba y que manejaba una tercera categoría sobre la que nunca había escuchado: la “yuca buena”. Esta categoría corresponde en realidad a lo que la sociedad urbana conoce como yuca dulce, es decir, aquella que puede ser consumida hervida, asada o frita sin problema alguno para la salud. En cambio, los indígenas consultados llaman yuca dulce a una que produce un tubérculo suculento, con bajo contenido de almidón y que sirve únicamente para hacer refrescos. No obstante, el jugo que se obtiene rallando la yuca debe ser también hervido antes de consumirse ya que también contiene cierto porcentaje de ácido cianhídrico. Los huitoto de La Chorrera (Amazonía colombiana) hacen la misma diferenciación, y le llaman “yuca de comer” a la que sus paisanos del Perú denominan “yuca buena”.
Interrogado el autor sobre por qué ha limitado su trabajo sólo a pueblos que cultivan y consumen la yuca brava, señala dos razones principales. La primera es el hecho extraordinario de la conversión de un producto venenoso en alimento. Aunque se sabe bien que se trata de un proceso físico y químico de tratamiento de la yuca para volverla comestible, la explicación científica no agota el acto maravilloso de que un fruto dañino sea convertido en un producto cultural benéfico. La eliminación del veneno es un proceso sencillo en su aplicación, en la medida que no requiere de instrumental complicado, pero complejo en su descubrimiento porque se debe haber llegado a él siguiendo caminos del saber que aún están por dilucidar. Es, además, muy laborioso, en especial cuando se trata de aprovechar sus subproductos, como los jugos venenosos para preparar una pasta picante.
La otra razón es que los pueblos indígenas que utilizan la yuca brava como producto central para la preparación de sus alimentos tienen una culinaria más compleja y variada que aquellos que no la emplean. Este trabajo no se limita a dar cuenta de la elaboración de comidas a partir de la yuca brava, sino que también incluye anotaciones sobre sus conocimientos y técnicas culinarias en general y, en algunos casos, acerca del entorno social en el que la gente consume los alimentos. El documento se completa con información histórica y actual de cada uno de esos pueblos. En otras palabras, el presente no es un libro de cocina aun cuando aborda el tema de la culinaria y presenta recetas para la preparación de algunas comidas. Este libro pretende ser solo una primera aproximación a un tema mucho más vasto, en la medida que la alimentación en los pueblos indígenas compromete su universo entero de conocimientos, creencias, modos de organización y de relacionamiento con el monte y los seres tutelares de las plantas y animales.
Biodiversidad, diversidad cultural y culinaria
El Perú es uno de los doce países megadiversos del mundo debido a la gran variedad de ecosistemas que posee. De las 104 zonas de vida establecida por el sistema Holdridge, Perú posee 84 y 17 transicionales, entre desiertos, páramos alto andinos, bosques tropicales, tundras, bosque seco tropical, bosque seco subtropical y otras, además de ocho provincias biogeográficas y tres grandes cuencas hidrográficas que contienen 12 201 lagos y lagunas, 1007 ríos, así como 3044 glaciares. En el Perú existen 25 000 especies de plantas (10% del total mundial), de las cuales al menos 30% son endémicas. De ellas, la población utiliza más de cinco mil en diversos usos: alimenticios (782 sp), medicinales (1400 sp), ornamentales (1608 sp), para madera y construcción (618 sp), forrajes (483 sp), tintes y colorantes (134 sp).
Pero la biodiversidad sería un referente estático si no hubiese existido, paralelamente, una gran diversidad cultural en el pasado que no sólo la aprovechó sino que la fomentó y, por supuesto, la cuidó. En efecto, sobre el territorio que hoy ocupan Perú y Bolivia florecieron las principales civilizaciones de esta parte del Continente. En este sentido ni los cultivos ni las especies animales son productos “naturales” sino más bien culturales dado que se deben a la inteligencia y capacidad de conocer y experimentar de dichas civilizaciones.
Una de las maneras en que la diversidad se expresa en el Perú es a través de la culinaria. Sobre la base de una herencia biológica y cultural ancestral y con la contribución posterior de nuevos productos al parecer traídos por los chinos (como el arroz y el plátano originarios del Asia) y también por los europeos, y de nuevas técnicas de cocina aportadas por inmigrantes llegados durante la Colonia y la República (principalmente, árabes, españoles, chinos, japoneses, africanos, franceses e italianos), la culinaria peruana ha desbordado las fronteras nacionales y ha proyectado su influencia hacia otros países de América y de Europa. La culinaria es hoy uno de los aspectos más dinámicos de la cultura nacional, ya que siempre continúa a la búsqueda de nuevos rumbos y fusiones que la enriquezcan.
Sin embargo, la culinaria peruana tiene dos grandes deudas. La primera es destacar y rendir homenaje a quienes lograron en el pasado la domesticación de las especies de flora y fauna que hoy constituyen los insumos indispensables de la cocina nacional. Y no sólo se trata de destacar los productos que legaron, sino también sus métodos de cultivo utilizando suelos hoy abandonados porque la agroindustria, la agricultura intensiva de monocultivos no los toma en cuenta. Es el caso de las laderas de los cerros trabajadas como graderías (andenes) con la finalidad no sólo de ganar tierras para el cultivo sino también para evitar la erosión y administrar sabiamente las aguas, y hacer que la humedad llegue desde las partes altas a las bajas. Es también el caso de los waru waru, camellones levantados en zonas inundables a orillas del lago Titicaca para cultivar en su parte más elevada, método que no sólo gana tierras sino que crea un microclima, ya que el agua circundante eleva la temperatura y protege los cultivos de las heladas. Es también producto de la inteligencia de las antiguas civilizaciones indígenas las obras de irrigación hechas en los desiertos costeños. Diversos arqueólogos que han investigado la civilización Moche, que floreció en el área de las actuales regiones de Lambayeque y La Libertad, en la costa norte del Perú, entre 300 a.C. y 600 d.C., afirman que en ese tiempo se cultivaban extensiones mayores de tierra que las actuales, y con mayor conocimiento del medio, gracias a las obras de irrigación.
La segunda deuda tiene que ver directamente con las culinarias indígenas, aún poco conocidas en el resto del país, a pesar de que algunas de las cocinas regionales del Perú han recogido platos y técnicas de las cocinas indígenas que, posteriormente, se han integrado como parte de la propuesta culinaria nacional. Es el caso de la pachamanca (literalmente, “olla de la tierra”), técnica ancestral para cocinar alimentos propia de los Andes que consiste en calentar piedras en una hoguera que luego se colocan en un pozo cavado en la tierra. Envueltos en hojas de plátano, los alimentos se ordenan, de abajo hacia arriba, de acuerdo a sus propias necesidades de cocción (más o menos calor) y del tiempo que demoran en cocerse, y luego son cubiertos por capas de tierra. Se trata de una técnica indígena pero que ha incorporado nuevos productos, como el cerdo, el carnero y el queso.
La elaboración del libro
El de Chirif no es un libro de cocina, aun cuando aborda el tema de la culinaria de pueblos que usan la yuca brava y da algunas recetas. Es más bien un libro que intenta una aproximación histórica a pueblos que sufrieron la época del caucho, en la que destaca su capacidad de resistencia para sobreponerse a la barbarie, así como a su cocina que es un campo especial de expresión de su fino conocimiento y creatividad. En el caso de la yuca brava, la conversión de un veneno en alimento, es decir, de la muerte en vida es un hecho asombroso.
El autor señala que aspira con este libro llegar a alumnos de colegio y de universidad, así como al público en general; y que espera con él aportar a la lucha contra el racismo, tara que no se combate con eslogan sino poniendo en evidencia los conocimientos y aportes que han legado los pueblos indígenas a la Humanidad.
Estructura del libro
Además de una introducción en la que el autor explica el por qué de este libro, contiene ocho capítulos con los siguientes títulos: 1: La yuca alimento solidario (origen, difusión, domesticación e importancia de la yuca en el mundo); 2: Bora, Huitoto y Ocaina, una historia de resurgimiento (historia colonial y republicana de estos pueblos, hasta el surgimiento de las actuales organizaciones y sus propuestas. Incluye una mirada de lo que pasa con ellos en Colombia; 3: Los Secoya, historia, hábitat y problemas actuales; 4: La historia contada en primera persona (relatos actuales de boras, huitotos y ocainas sobre cómo llegaron al Perú desde Colombia después de la época del caucho; 5: La tierra tiene forma de seno de mujer (mitología y culinaria de los Bora); 6: Al principio reinaba el vacío (mitología y culinaria de los Huitoto); 7: La cocina sagrada de los Ocaina (mitología y culinaria de los Ocaina); 8: El primer hombre nació de un huevo (mitología y culinaria de los Secoya).
Por último, incluye bibliografía, vocabularios del castellano regional loretano y nombres comunes y científicos de las especies de flora y fauna mencionadas en el libro.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Presencia del Cocama en el castellano regional de Loreto-Roxani Rivas

Fuente: Semanario Kanatari-CETA-Iquitos, Perú.

Un lector común de la Amazonía peruana se preguntará ¿qué tiene que ver la lengua cocama en el castellano regional de Loreto? Hablar de la lengua cocama, significa hablar de la presencia tupí en el espacio de la Amazonía peruana. Los Tupí iniciaron una serie de migraciones en el Amazonas central en Brasil entre los siglos IX y XVI. Es probable que los Cocamas, descendientes de la lengua tupí, se hayan establecido en el bajo Ucayali 200 o 300 años antes de la llegada de los españoles desde el cual se extendieron hacia otras planicies de ríos (Stocks 1981). Y se encontraban en plena expansión y dominaban el curso principal del alto Amazonas en el primer contacto con los europeos (Lathrap 1970).

Durante la colonia española, los misioneros emplearon la lengua quechua como lengua franca para comunicarse con los diversos grupos étnicos amazónicos, pues con anterioridad, en la dominación de los Inca era usada como instrumento de comunicación entre los pueblos de lenguas diversas (Pottier, 1983:21). A pesar de esto, en la actualidad se constata la presencia de la lengua tupí en el castellano regional de Loreto, y se debe no sólo a una influencia del noreste del Brasil donde fue la língua geral, sino también porque parte de este espacio, incluida la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, es territorio tradicional de los Cocama-cocamilla y Omaguas, los cuales pertenecen a la familia lingüística Tupi-Guaraní. Pueblos que a lo largo de los siglos continuaron su expansión hasta que sus descendientes constituyen la población base de ciudades de la Amazonía peruana (Iquitos, Yurimaguas, Requena, Nauta, Tamshiyacu, Lagunas y otras) y de caseríos o comunidades a lo largo del curso bajo de los ríos Huallaga, Marañón y Ucayali y, en general, en gran parte de la provincia de Alto Amazonas.

A continuación presentamos algunos léxicos utilizados en la selva baja de la amazonía peruana que derivan del tupí. Para facilitar la comprensión de dichas palabras primero presentamos el castellano regional de Loreto en letras redondas tal como se la emplea hoy en día. Luego, el derivado de la lengua tupí en negritas y cursivas. Y por último, de tratarse de un ser vivo presentaré la nomenclatura taxonómica científica respectiva en letra cursiva.

Nombre de reptiles

Cupiso, kupitsu. Podocnemis sextuberculata. Es la tortuga acuática más pequeña de la amazonía.
Puca o charapa, puka. Podocnemis expansa. Es la tortuga acuática más grande de la selva.
Taricaya, taricaya. Podocnemis unifilis. Tortuga acuática de menor tamaño que la charapa cuya carne y huevos son muy preciados por los pobladores de la Amazonía.
Mata mata, mata mata Chelus fimbriatus. Tortuga de tierra y agua, su cabeza es ancha y de mal aspecto. Se caracteriza por emitir salivajos.
Naca naca, nakanaka, Anilius scytale. Es una víbora acuática de colores vistosos.
Capitari, kapitari, Platemys platycephala. Es el macho de la taricaya.
Jacaré o lagarto, yakari. Fam. ALLIGATORIDAE. Durante la vaciante del río, en los bajiales de las quebradas y cochas, los caimanes buscarán lugares donde abunden palos y hojas secas para hacer sus nidos y depositar sus huevos, los cuales cubrirá con hojarasca. Durante todo el periodo de incubación, los Cocama dicen que el caimán hembra se pone furiosa cuidando sus huevos con mucho celo hasta que eclosionen (noviembre).

Nombre de peces

Achara, achara. Leiarius marmoratus. Pez sin escamas y con pintas negras. Vive en las quebradas y cochas.
Arahuana, arawana. Osteoglossum bisirrhosum. Para los cocama es un pez algo parecido en la forma al paiche. Los alevines se exportan como pez ornamental.
Acarahuasu, akarawatsu; deriva de akara "bujurqui"; watsu "grande". Literalmente "bujurqui grande". Fam. CICHLIDAE. Pez de escamas cuyo hábitat son las cochas. Es un pez comercial por excelencia, pues su carne es muy preciada por los loretanos.
Canero, kaniru. Fam TRICHOMYCTERIDAE. Pez viscoso muy peligroso para los bañistas por entrar en cualquier orifico del cuerpo. Vive en los remansos de los cuerpos de agua turbia.
Curuhuara, kuruwara. Myleus rubripinnis. Peces que viven en las quebradas de las alturas.
Maparate, maparati. Fam. AUCHENIPTERIDAE. Hay diferentes variedades. Es un pez sin escama que se alimenta de frutos. Vive en los lagos profundos.
Mota, muta literalmente "barba". Fam. PIMELODIDAE. Hay varias especies. Es un pez sin escamas que "come desperdicios".
Paco, paku. Piaractus brachypomus. Pez con escamas finas parecido a la gamitana pero más pequeño. Se caracteriza por varios dientes incisivos entrecruzados. Logra un peso aproximado de 5 a 6 kilos.
Sure o doncella, tsuri. Pseudoplatystoma fasciatum. Especie de zungaro, sin escama que habita en cualquier cuerpo de agua. Para desovar comienza a migrar aguas arribas durante la vaciante del río.
Shiripira, chiripira. Sorubim lima. Pez de cuero y carnívoro. Habita en las quebradas o cochas. Migra surcando las aguas durante la vaciante del río.
Tucunaré, tukunari. Cichla monoculus. Pez con escamas y carnívoro. Para pescarlo con sedal, sujetan una tira de trapo rojo cerca del anzuelo, pues carmín es el color que lo atrae.
Yahuarachi, yawarachi. Fam. CURIMATIDAE. Es un pez que habita en las lagunas, pero para desovar migra hacia el río porque necesita del agua fría y torrentosa. Es un pez comercial.
Yaraqui, yaraki. Semaprochilodus amazonense. Es un pez comercial , pues sus alevines se exportan como ornamentales.
Toa, tua, literalmente "grande". Hemisorubim platyrhynchos. Es un pez de cuero que habita en los lagos. Migra para botar sus huevas durante la vaciante del río.

Nombre de la flora

Achira, achira. Canna indica. Planta herbácea de flor roja. Las semillas son de color negro, duras y las emplean para artesanía. Es una planta que crece en tierras húmedas.
Cacau, akau. Theobroma cacao. Es un arbusto que crece preferentemente en bajial. Hay dos tipos uno silvestre y el otro domesticado.
Camu camu, kamu kamu. Myrciaria sp. Planta acuática que crece en las orillas de los lagos. Los frutos emplean para hacer un jugo exquisito, y también es el alimento de la gamitana.
Capinuri, kapinuri. Maquira coriacea. Es un árbol cuya resina se usa como emplasto para curar hernia, dislocaciones o lisiaduras. También la utilizan para curar heridas internas. Las ramas al secar se desprenden y su forma es parecida a la del miembro de un hombre.
Cocona, kukuna. Solanum sessiliflorum. Planta de cultivo y también silvestre. Generalmente se la encuentra en las chacras remontadas, o sitios abandonados. En la medicina popular su fruto es usado contra la diabetes, colesterol y la presión alta.
Cumaceba, kumatsiwa. Fam. CESALPINACEAE. Es un árbol que crece en bajial cuya madera dura, pesada y resistente a la humedad es muy preciada por los cocama. Su empleo es de múltiples usos: para mango de hacha, para el chinto de la flecha, para hacer aguja y tejer las redes, para los horcones de las casas por tener de mucha durabilidad. Usos antiguos: lanza arpones, macanas. Usos antiguos y modernos: asta de arpón, mazos, moledores, pipas grandes. También el shungo se emplea macerada en aguardiente como bebida afrodisiaca.
Cumala, kumara. Árbol de bajial cuya madera es comercial, se la encuentra en manchales.
Ipururo, ipururu. Alchornea discolor. Es un arbusto que crece en los bajiales, sobre todo en las riberas de las quebradas y cochas. Las ramas tienen la propiedad de ser flexibles y resistentes, de ahí que a veces son utilizadas para armar trampas con anzuelos para capturar al paiche. Sus frutos se usan como cebo para anzuelear las palometas, lisas o sardinas.
Huaca, waka. Clibadium remotoflorum. Planta tóxica cuyas hojas anchas y largas se usan como ictiotóxico.
Huama, wama. Pistia stratiotes. Yerba acuática que crecen en la superficie de las cochas. Vegetación acuática que recubre casi o completamente los lagos.
Huayruro, wayruru. Ormosia sp. Arbol cuyos frutos son de color rojo con pintas negras y es muy utilizado en la artesanía.
Huacapú, wakapu. Minquartia guianensis. Madera dura y resistente a la humedad. Se usa como horcón de la casa o postes para alumbrado. Es un árbol medicinal. Su corteza se toma en la madrugada para purgar y cura el resfrío, reumatismo.
Huiririma, wiririma. Astrocaryun sp. Es una palmera cuyo tallo está cubierto de espinas y crece en las orillas de las cochas y quebradas, de cuyos frutos se alimentan los peces. También se emplean como carnada en la caña de pesca para la captura de la gamitana, acarahuasu o paco.
Itahuba, itauwa. Mezilaurus sp. Árbol de madera dura color amarillo y comercial. La utilizan para hacer embarcaciones, muebles y para los horcones de las casas.
Marupa, marupa. Fam. SIMAROUBACEAE. Es un árbol que crece en bajial, cuyo tallo es de color crema, liviano y comercial, apto para tablas, cerco para las casas. Su fruto se emplea como cebo para anzuelear el sábalo, lisa o cahuara.
Mucura, mukura. Es un arbusto. Hay el macho de hojas largas y la hembra de hojas redondas. Las hojas se emplean para la limpieza del cuerpo.
Papaya, papaya. Carica papaya. Es un planta muy preciada por sus frutos.
Parinari o supay ocote, parinari. Fam. CHRYSOBALANACEAE. Arbol frondoso y alto cuyos frutos de color naranja intenso son comestibles.
Pituca, pituka. Colocasia esculenta. Es un tubérculo comestible.
Piripiri, piripiri. Fam. CYPERACEAE. Planta herbácea acuática que crece en la superficie de las cochas.
Putu putu, putu putu. Eichhornia crassipes. Especie de yerba acuática que crecen en aguas estancadas de las cochas o quebradas.
Tahuari, tawari. Tabebuia sp. Árbol de madera sumamente dura y pesada. La emplean para horcón de las casas.
Tamara, tamara. Tessaria integrifolia. Árbol pequeño que crece en bajial en los cantos de la quebrada o cochas, cuya corteza utilizan para curar el reumatismo. Su fruto se emplea como cebo en el uso de la caña de pescar para la captura de la cahuara.
Tamamuri o mururé, tamamuri. Brosium sp. Es un árbol que tiene frutos de color rojo y dulce, y es comestible. Su corteza macera en aguardiente que los hombres toman como una bebida afrodisiaca. Las mujeres embarazadas toman la corteza hervida para realizar un parto rápido y/o prevenir el sobreparto. También sirve para curar la artritis.
Taperiba, tapir+wa. Deriva de tapir "sachavaca"; iwa "racimo". Literalmente "tapirracimo". Es decir que sus frutos de un olor intenso son los preferidos del tapir o sachavaca. Spondias dulcis. Los frutos se comercializan.
Timareo, timar+wa. Laetia arborea. Arbusto que crece a orillas de quebradas y cochas, y de cuyos frutos se alimentan los peces en época de creciente.
Umarí, umari. Poraqueiba sericea. Árbol cuyos frutos son grandes, aceitosos y comestibles. Muy preciado por los loretanos.
Huasaí, watsai. Euterpe precatoria. Palmera, cuyo tallo se utilizada para hacer los cercos de la casa. Su chonta es comestible. El fruto se emplea para hacer jugo.

Nombre de aves

Atatau, tau tau. Su nombre es onomatopéyico. Daptrius americanus. Ave de color negro y de ojos rojos. Habita en monte alto que se caracteriza por tener una visión aguda. Vive en pareja. Su carne es comestible.
Camungo, kamiki. Su nombre es onomatopéyico. Anhima cornuta. Ave de color ceniza que vive en las riberas de las cochas, y anda en pareja. Se alimenta de insectos que hay en las huamas.
Chicua, chikua. Nombre que deriva de ikua "conocer, saber, pensar, avisar". Piaya cayana. Es un ave que según el canto que realiza augura un acontecimiento bueno o malo.
Cushuri, kushuri. Phalacrocorax brasilianus. Pato negro parecido a la sharara pero con cuello corto. Vive en bandadas en las cochas. Es comestible.
Huapapa, wapapa. Cochlearius cochlearius. Es una garza grande nocturna que vive en las riberas de las lagunas. Es un ave bulliciosa considerada pescadora.
Huancahui, wakawi. Herpetotheres cachinnans. Ave de ojos grandes, pecho blanco y alas negras, es similar al gavilán y tiene la particularidad de alimentarse de víboras.
Loro, ruru. Fam. PSITTACIDAE. Hay varias especies. Se caracteriza porque hace su nido en los troncos secos de los aguajes.
Maracana, marakana. Fam. PSITTACIDAE. Especie de loro que anda en bandadas y pone su nido en troncos secos de aguajes. Los ribereños la consideran plaga de los maizales porque en su intento de alimentarse suelen destrozar las mazorcas tiernas del maíz. Es comestible.
Pomponcito o Yacu patito, pumpuna. Nombre onomatopéyico. Heliornis fulica. Especie de pato que se encuentra en las riberas de las cochas. Es comestible.
Sui sui, tsui tsui. Nombre onomatopéyico. Thraupis episcopus. Ave de plumas azules y se alimenta de frutas.
Tarawi, tarawi. Aramus guarauna. Es un ave presente en el mito de los cocamas. Y dicen que en cada aparición de las Pléyades en el firmamento, que representa a sus hermanos, suele cantar triste y de pena. Y es que ella por su mala cabeza se quedó sola en la tierra y lejos de ellos.
Tuhuayo, tuwayu. Nyctidromus albicollis. Ave nocturna de color marrón cuya particularidad es que en cualquier lugar encuba sin hacer nido. Se le escucha cantar sólo en noches de luna.
Tuyuyo, tuyuyu. Jabiru mycteria. Es la garza más grande que existe, de color blanco, que se alimenta de peces. Hasta hace unos años solía encontrarse en las orillas de los ríos.
Tuqui tuqui, tuki tuki. Jacana jacana. Es un ave pequeña que habita preferentemente en las riberas de las lagunas y se la observa desplazándose entre las huamas.
Urcututu o buo, urkututu. Otus choliba. Es un ave nocturna, cuya característica es tener ojos grandes. Su canto anuncia que una mujer está en estado y es objeto de superstición.

Nombre de mamíferos

Aguti o añuje, akuti. Dasyprocta fuliginosa. Es una animal roedor y diurno. Es perjudicial a los sembríos, de ahí que se lo conozca por ser el "primer probador de las yucas". Su piel se engusana durante la creciente del río.
Coati o achuni, kuwati. Nasua nasua. Tiene una nariz larga que le permite osar y alimentarse de lombrices, aunque también come frutas. Acostumbra andar en manadas. Los cocamas dicen que el achuni se embravece cuando escucha ladrar un perro, se le enfrenta, lo muerde y puede destrozarlo.
Capihuari o ronsoco, kapiwara. Nombre que deriva de kapi "gramalote"; y wara sufijo adjetivante; literalmente "gramalotero". Hydrochoerus hydrochaeris. Es el roedor más grande de la Amazonía. Nada bajo el agua.
Paca, picuro o majás, paka. Agouti paca. Es nocturno, anda bajo el agua y acostumbra dormir en los huecos de tierra o en palos caídos, y ahí reside tapando la entrada con hojarasca para que sus depredadores no lo detecten fácilmente. Dicen que el majás comparte la misma casa con la shushupe.
Yuhuara o vacamarina, yuwara. Trichechus inunguis. Es un mamífero acuático que habita en las lagunas. Se alimenta de gramalote, raya balsa, huama, etc. que crecen sobre la superficie de las aguas estancadas.
Tapira, sachavaca o vaca de monte, tapir. Si segmentamos tenemos: ta: "yo"; p+ "camino". Literalmente "Yocamino". Tapirus terrestris. Es un animal fácil de ubicar porque al andar deja su huella en el bosque. Suele encontrarse cerca a los aguajales, ya que sus frutos son su alimento preferido.

Otras palabras

Afasi, akuatsi, designa a un hombre inepto e inútil para realizar la caza o pesca.
Canatari, kanata, literalmente "amanecer".
Caisuma o masato, kaitsuma. Es la bebida que hacen de varias frutas (pijuayo, pan del árbol), pero principalmente de la yuca cocinada fermentada.
Cocama, Kukama. Pueblo indígena más conocido como "Cocama la grande", originalmente ubicada en el bajo Ucayali. El término kukama está formado por dos vocablos: ku, chacra, y kama, seno. Literalmente significa "chacraseno" o "el que se amamanta de la chacra", lo que equivale a decir "el que se alimenta o nutre de la chacra".
Cocamilla, Kukamiria. Un segmento de los Cocama, y le llaman Cocama pequeña, se ubican en el Bajo Huallaga. La palabra kukamiria deriva de ku, kama, miri, delgado, pequeño, chico e ia, corazón, centro, y significa "chacra o tierra pequeña".
Icaro, ikara. Es un canto, conjuro o invocación que los curanderos o shamanes utilizan en sus ritos de curación.
Meo o casabe, meio. Es una tortilla de yuca rallada que se hace preferentemente para celebrar el día de todos los Santos el 1 y 2 de noviembre.
Omagua, Umawa. Grupo étnico emparentados con los CocamaCocamilla. El nombre Umawa, se compone de dos términos: umi, "mirar, ver, escuchar, espiar, acechar", y awa, "gente", es decir literalmente "gente que mira, observa, espía, escucha o acecha".
Pari, pari. Es el nombre de una trampa, que en Loreto construyen preferentemente en el espacio acuático. En cocama el término pari tiene doble significado; por un lado alude a una barbacoa, y por otro al nombre de un pájaro pequeño, conocido como catalán chico [Cerile Torquata]. Esta ave, tiene la particularidad de esperar parado sobre ramas de árboles a orillas de las cochas o tahuampas la aparición de alguna mojarra. Dicen que difícilmente falla en su intento de capturarla, de ahí que entre los cocamas tenga fama de buena pescadora. Si anexamos los dos significados de pari, tenemos que esta trampa evoca a la actitud de espera y eficacia, al igual que el pájaro, que un fisga o pescador debe tener sobre una barbacoa o una canoa.
Sacarita, tsakarita, literalmente "arrancar, partir, impedir, atajo, quebrado". En el habla común se refiere a un atajo que, puede ser un caño o quebrada que une a los meandros entre si, acorta la ruta de la navegación durante la creciente del río.
Sumi, tsumi. Es el nombre que designa a los grandes chamanes acuáticos cocama.
Tahuampa, tawampa. Area de bosque inundable durante la creciente del río.
Taya, taya. Son los amuletos de piedra, dientes o uñas, y tubérculos de plantas utilizados para cazar o pescar.

BIBLIOGRAFÍA

Lathrap, Donald
1970 The Upper Amazon. Thames and Hudson. London.
Pottier, Bernard
1983 América Latina en sus lenguas indígenas. UNESCO Monte Avila Editores. Caracas.
Rivas, Roxani
2004 El Gran Pescador. Técnicas de pesca entre los Cocama Cocamilla de la Amazonía Peruana. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.
2003 Uwaritata. Los Kukama Kukamiria y su bosque. Serie: Un instrumento, un mundo: Trampas de caza de los Pueblos indígenas amazónicos. FORMABIAP-ISPL-AIDESEP-WWF-AIF/DK. Lima.
Stocks, Anthony
1981 Los Nativos Invisibles. CAAAP. Lima.



domingo, 7 de septiembre de 2014

Noticia sobre el combate de la Pedrera, julio de 1911

A propósito de nuestro post de fecha sábado 2 de julio de 2011 http://escuchalacalle.blogspot.com/search?updated-min=2011-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2011-07-13T20:31:00-07:00&max-results=15&start=12&by-date=false
 hemos recibido un correo de don Flavio Martín Ortiz Salas que a continuación transcribimos:

18 de agosto
"Estimado amigo
 
Acabo de leer tu articulo de la batalla de la pedrera, felicitaciones es interesante, realmente es una historia poco contada.
Soy nieto de uno de los sobrevivientes de esa batalla y entre los escritos del abuelo encontré esta, en la que mi abuelo expresa sus sentimientos de aquella fecha. Ojala algún dia puedas publicarlo
 
Saludos"
Se trata de un documento histórico de gran valor y que queda como legado para las nuevas generaciones e investigadores.
Transcribimos también de manera fidedigna el documento en mención, congratulando al señor Ortiz Salas y compartiendo su orgullo con nuestros lectores, resaltando el valor de su señor abuelo don Rosendo V. Salas Cabrera.

"Recordando lo pasado"
"Señor  Comandante Jefe, Señores Oficiales, personal de Tropa del Batallón de Infantería “Caquetá” N° 9.-Cusco.-
Por el día 12 de Julio de 1911, en que el valor y heroísmo peruano, ensalzaron gloriosamente nuestro apostolado militar lavando con su sangre la blanca pureza de nuestra amada MADRE PATRIA, los envío mis más ardientes congratulaciones, ya que soy el sobreviviente de aquella epopeya gloriosa, que en carne propia sufrí y gocé lo grande y significativo que es el amor de un peruano a su patria. Ahí es donde como soldado encendí en el fondo de mi alma la tea luminosa del patriotismo, cuando el enemigo quiere detentar la integridad del territorio nacional, a la hora de la prueba, es donde se siente con emoción vivir el amor, a la madre, a los hijos, al padre y a todo lo grande y sublime del hogar, entonces es que la sangre de nuestros corazones de patriotas, en grandes ebulliciones biológicas palpitan, y llegan hasta el sacrificio por una justa causa, que la defiende el derecho humano y el divino; y ahora para recordarles ese pasado glorioso que en síntesis de desarrolló así; traigo al recuerdo de ustedes algunos datos de ese pasado:
El 12 de Julio de 1911 o sea ahora 52 años, se decidió la victoria peruana, por la maniobra que hizo la “América” y la “Loreto”, logrando así dominar la infranqueable cascada. A unos dos  Kilómetros hacia el Norte de la Pedrera, lograron los Soldados del nueve de línea desembarcar, que con un movimiento envolvente cancelaron toda posibilidad de re resistencia del Ejército de Colombia que se dio a la fuga, por Puerto Córdova para salir al Apaporis, cayendo prisioneros una fracción entre ellos el General Valencia, el Teniente Forero y el Sargento primero Abanderado Gamboa, sobrino del General en Jefe. Además el Parque de Guerra, el Botiquín, una Bandera, un hermoso Estandarte, factura de las damas de Barranquilla.
No obstante este triunfo brillante de las armas peruanas, el Gobierno de entonces entregó a Colombia los trofeos capturados y toda la Región del Caquetá hasta la margen izquierda del Putumayo, y posteriormente hasta el trapecio de Leticia, puerto situado sobre el imponente Amazonas, en virtud del  tratado Salomón Lozano.
Ante el mutismo de la prensa Nacional la criminal complicidad de casi la totalidad de los Representantes al Congreso, durante el Gobierno de aquel año y del incomprensible silencio peruano y etc., que permitieron el descabellado tratado Salomón Lozano, que da acceso hasta el trapecio de Leticia sobre el Amazonas antigua frontera con la República del Brasil, habiendo perdido el Perú, la entrada libre por el Amazonas dejando así embotellado al Departamento de Loreto; toca pues a los excombatientes que cumplieron con deber defensivo de nuestras fronteras de la heredad nativa, protestar, habiendo sido infructuoso el sacrificio hecho en el Caquetá, y por un poco reflexión de aquel Gobierno, se entregó a la República Ecuatorial de Colombia, hasta el Puerto de Leticia, salida deseada desde hacía mucho tiempo por la República de Colombia, sobre el imponente Amazonas, según consta por uno de los escritos del periodista Colombiano Eulogio Patiño y que en una de sus partes dice: “Colombia necesitaba de una salida a la margen izquierda del Amazonas y la obtuvo, después de un pleito casi centenario, que le costó ingentes cantidades de dinero y etc.”.
El territorio cedido es un girón del alma nacional, habiendo extendido Colombia sus dominios desde el río Caquetá o Yapurá, hasta el imponente Amazonas o sea hasta el Puerto de Leticia, lo que en ningún tiempo fue poseedor de esas tierras selváticas, porque el Perú nació a la vida independiente desde el río Caquetá o Yapurá y por lo tanto debió haberse hecho prevalecer los justos derechos que nos legaron nuestros antepasados, no cediendo ni una pulgada de terreno.
La extensión de aquel territorio cedido es más de cien mil kilómetros cuadrados más o menos, de terrenos feraces en productos tropicales y que constituyen fuentes inagotables de riqueza, en gomas, Cascarilla, madera y etc.
La somera exégesis de estas líneas son la ovación sincera de mi añoranza a la sagrada memoria a cuatro buenos hijos de esta tierra de Puno, el Sargento Mayor  Don Manuel Ramírez Hurtado, Segundo Jefe del Batallón, Sargentos Primeros, Juan Alcocer Soto, Pedro Castillo Laguna y Sargento Segundo Benedicto Villalta Luna y cuantos más mis compañeros de armas del glorioso Batallón de Infantería “Caquetá”  N° 9 muertos por el Perú en la épica jornada de la Pedrera, en los días 10, 11 y 12 de Julio de 1911, cuyos restos reposan en los lejanos bosques del Caquetá, y exhortando a los pocos sobrevivientes que todavía existen en el territorio Nacional, a mantener siempre vivo el recuerdo de la gloriosa acción de la toma de la Pedrera."

Puno, 12 de Julio de 1963.

Rosendo V. Salas Cabrera

Sobreviviente Calificado
del  Combate del Caquetá.









sábado, 6 de septiembre de 2014

Petroleras sin escrúpulos en el corazón de la resistencia amazónica

Mientras los pobladores de Lima, tragaldabas, acuden en masa a hacer largas colas para comer algún plato al alcance de sus magros bolsillos, muriéndos de frío y moqueando humedades cerca al mar, en la selva amazónica sus ancestrales habitantes resisten tercamente a las petroleras depredadoras. Hay peruanos y peruanos.

Petroleras sin escrúpulos en el corazón de la resistencia amazónica

Representantes indígenas del pueblo Awajún y Wampis en Lima denuncian atropellos de Maurel et Prom y anuncian recurso de amparo contra sus actividades
- “Ayer el colonialismo justificaba todas sus barbaridades en nombre de la civilización. Hoy las petroleras lo hacen en nombre del Progreso y el Desarrollo”.
Servindi, 6 de setiembre, 2014.- Compartimos un artículo del antrópologo Simone Garra en el que describe el contexto de provocación inescrupulosa que realiza a la población indígena la empresa francesa Maurel et Prom en el corazón de la resistencia amazónica.
La empresa que posee la concesión del lote 116 de hidrocarburos en sustitución de la empresa Hocol, de Colombia, insiste en abrir paso a su actividad a pesar de la mayoritaria oposición indígena que aún no supera las huellas que dejó el conflicto de Bagua.
Con antecedentes nefastos y empleando métodos divisionistas y moralmente vedados, la empresa Maurel et Prom, actúa en alianza con la canadiense Pacific Rubiales, en un contexto de tensión y conflicto en el que no parecen existir las autoridades peruanas, hecho que favorece a la empresa.
¿Hasta dónde quieren llegar el Estado peruano y las empresas petroleras? ¿Seguirán haciéndose paso fomentando los conflictos internos hasta que la región se vuelva el teatro de una espiral de violencia? ¿Qué precio deberán pagar estos hombres y estas mujeres para que se respete su voluntad de preservar sus vidas y sus tierras de la devastación ambiental?”
Tales son algunas de las interrogantes que se formula Simone Garra luego de detallar el espinoso escenario. A continuación el artículo de Simone Garra:
Mapa de ubicación del lote 116 con una extensión de 6,600 kilómetros cuadrados. Dar clic en la imagen para agrandar

¿Hasta dónde llegarán Maurel et Prom y Pacific Rubiales?Petroleras sin escrúpulos en el corazón de la resistencia amazónica

Por Simone Garra
Nada parece frenar el insaciable hambre de dinero de las empresas petroleras, responsables en todo el mundo de guerras, corrupción, regímenes totalitarios y desastres ambientales. Hace seis años, en el norte de la Amazonia, los pueblos awajún y wampis empuñaban sus lanzas y se declaraban en pie de guerra: era el inicio de dos períodos de movilizaciones nacionales (2008 y 2009) en la Amazonia peruana contra la invasión del capitalismo internacional y la depredación de los recursos en las tierras indígenas.
“La selva no se vende, la selva se defiende” fue la respuesta de miles de mujeres y hombres que  lucharon en contra de un paquete de leyes cuyo objetivo claro y explícito era eliminar cualquier obstáculo para las grandes inversiones en la región amazónica. El cinco de junio 2009, balas contra lanzas, quizás la represión del Estado no esperaba encontrar una respuesta tan aguerrida: policías desarmados por los manifestantes mueren con sus mismas balas, solidarios en la ciudad de Bagua se levantan y queman los edificios públicos, todo el país tiembla por la ola de rabia que desde la Amazonia llega a los Andes y las costas oceánicas.
Decenas de arrestos; persecución de organizaciones indígenas e instituciones cercanas, torturas en las prisiones. Tres de los manifestantes transcurren más de cinco años en la cárcel. Un proceso se abre el 14 de mayo 2014 contra 53 manifestantes, la justicia pide condenas ejemplares que van desde los 22 años de cárcel a la cadena perpetua. Aterrorizar, reprimir, castigar para imponer el orden de las transnacionales: que nadie se atreva a contestar su dominio absoluto.
Un año después del trágico baguazo, una empresa francesa viene a instalarse en Condorcanqui, en  el corazón de los pueblos awajún y wampis, como si nada hubiera ocurrido. Como si ignorara que estos pueblos, desde sus primeros comunicados, vienen rechazando la presencia de las petroleras en su territorio. Como si ellos no tuvieran suficientes problemas con otras empresas como la minera Afrodita – Dorato Perú, instalada en la Cordillera del Cóndor. Como si los awajún y wampis no hubieran ya reclamado desde 2007 la anulación de la concesión del lote 116 a la colombiana Hocol que la obtuvo en 2006 sin algún proceso de consulta previa (1).
Pues en 2010, la francesa Maurel et Prom asume la concesión del lote 116, sustituyendo a la colombiana Hocol. La historia de Maurel et Prom, que en su sitio internet se vanagloria por haber  perforado más de 100 pozos de exploración, en 12 países y 4 continentes, muestra claramente la continuidad que existe entre el colonialismo y el nuevo dominio de las petroleras.
En efecto, Maurel et Prom fue inicialmente una empresa de transporte marítimo de los productos que llegaban de las colonias francesas de Africa Occidenal, como Costa de Marfil, Senegal, Camerún y Congo. En la década de 1970 MP se transforma en empresa de crianza industrial de pollo y pescado. En la década de 1990 entra en el negocio de energía y minas en Madagascar y rápidamente expande su dominio en los países más pobres de África, donde explota los recursos y la población, haciendo negocios con regímenes sanguinarios (2).
En 2012, en Gabón, mientras la sociedad anunciaba un aumento del 72 por ciento en su cifra de negocios, alcanzando un rendimiento de 376,3 millones de euros, los habitantes de la región del lago Ezanga denunciaban el envenenamiento de las fuentes de agua, la aparición de enfermedades gástricas y el primer caso de muerte debido a estas enfermedades (3). Por otro lado, denunciaban el incumplimiento de las promesas de la empresa: “Los responsables de la compañía habían adquirido una serie de compromisos que ahora desafortunadamente no respetan. Maurel-Prom nos prometió unos 800 empleos directos, pero los jóvenes siguen esperando que se cumpla esta promesa” (4).
De la misma manera, en 2012 en Colombia, los habitantes de la provincia de Sugamuxui en la región de Boyaca, denunciaban que Maurel & Prom y su contratista, la Compañía Geofísica Latinoamericana (CGL) venían actuando de forma irregular, agrediendo y aprovechándose de la buena fe del pueblo,  realizando en los trabajos de exploración  varias explosiones con material proveído por la industria militar, provocando daños a las viviendas y las tuberías de las comunidades, dejándolas sin agua y buscando la intervención del ejército para reprimir las protestas (5)
Desde cuando en 2010 obtuvo la licencia para el lote 116 en Condorcanqui, Maurel et Prom viene intentando crear su nuevo feudo en la Amazonia. Haciendo regalitos y promesas a los comuneros, comprando el consenso de algunos supuestos “dirigentes indígenas”, intentando crear divisiones entre comunidades y organizaciones. Y encontrando el rechazo de la mayoría de la población. En 2012, se realizó en Santa María de Nieva el denominado “Encuentro de Jefes y Líderes  frente a la amenaza  de las actividades  hidrocarburíferas  y mineras en el territorio ancestral de los Pueblos Awajún  Wampis”,  que congregaba a  74  participantes, entre jefes comunales, líderes de organizaciones de base, funcionarios de la Defensoría del  Pueblo  y medios de prensa. A pesar de la invitación efectuada por la Comisión Especial Permanente de los Pueblos Awajún Wampis, la empresa petrolera Maurel Et Prom no acudió al encuentro, desairando la expectativa de los participantes que la invitaron con anticipación. En 2013, nuevamente, cerca de 80 líderes y lideresas indígenas exigieron al Estado peruano suspender las actividades  sin consulta  que realizan Maurel Et Prom. Contemporáneamente, la empresa realizaba reuniones  con otro grupo de dirigentes Awajún y con los jefes de apenas tres de las comunidades afectadas por el Lote, que se declaraban favorable al trabajo de la empresa.
Por otro lado, desde 2010 otra empresa del mismo estilo viene actuando  junto a Maurel et Prom: la canadiense Pacific Rubiales. Esta empresa es conocida en Colombia, por la brutalidad de las condiciones de trabajo y la represión que actúa contra sus obreros. Según reporta el periódico El Espectador, los 12,700 obreros empleados en los 400 pozos de Campo Rubiales “viven en carpas como si fueran refugiados de guerra (…) cuadrillas de seguridad de la empresa integradas por ex oficiales o ex suboficiales del Ejército, la Policía o el DAS les vigilan cada movimiento  (…), la seguridad social es inexistente. Las enfermerías no dan abasto porque las condiciones de hacinamiento multiplican cualquier infección en minutos. Sobra decir que el trabajo está cuidadosamente dividido para impedir “masas laborales” que puedan organizar  (…). Las compañías que seleccionan el personal poseen un enorme poder y suelen estar manejadas por políticos locales que hacen de los trabajadores enganchados y de sus familias verdaderos secuestrados electorales” (6).
En 2009, las protestas de los obreros de Campo Rubiales fueron violentamente reprimidas por la policía, con balas de goma y gases lacrimógenos (7). Hoy esta empresa busca crear relaciones positivas con las comunidades de Condorcanqui, haciendo promesas de empleo y desarrollo a través de unos “antropólogos” y relacionistas comunitarios que sin alguna vergüenza mienten a la población, maquillando las intenciones y ocultando los antecedentes de estos gigantes del Capital. De esta manera buscan comprar el consenso de algunas comunidades y organizaciones indígenas para legitimar la presencia de Maurel et Prom y Pacific Rubiales.
Ayer el colonialismo justificaba todas sus barbaridades en nombre de la civilización. Hoy las petroleras lo hacen en nombre del Progreso y el Desarrollo. Los Awajún y los Wampis no quieren una guerra y por esto sus organizaciones están intentando agotar hasta la última medida legal, apelándose a todas las instancias nacionales e internacionales, reclamando que se respeten sus derechos. Hace cinco años corrió la sangre en estas tierras, y algunos pagarán pasando sus vidas en unas jaulas por haber resistido al dominio de las petroleras. Danny, Asterio y Feliciano ya transcurrieron cinco años en prisión, mientras Maurel et Prom y Pacific Rubiales llegaban a Condorcanqui y a través de sus estrategias divisionistas lograban instalarse. ¿Hasta dónde quieren llegar el Estado peruano y las empresas petroleras? ¿Seguirán haciéndose paso fomentando los conflictos internos hasta que la región se vuelva el teatro de una espiral de violencia? ¿Qué precio deberán pagar estos hombres y estas mujeres para que se respete su voluntad de preservar sus vidas y sus tierras de la devastación ambiental?
Notas:

Información relacionada publicada en Servindi:

- Comisión Especial Permanente de los Pueblos Awajún y Wampís y organismos de la sociedad civil denunciaron contaminación por metales pesados a raíz de operaciones exploratorias.
Servindi, 13 de agosto, 2014.- Representantes de los pueblos originarios Awajún y Wampís, de los departamentos Amazonas y Loreto, presentaron una acción de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) para detener las operaciones que realizan en sus territorios las empresas Pacific Rubiales y Maurel Et Prom, de Francia y Canadá, respetivamente.

Otras noticias: